Cómo se fabrican los tornillos

Pasos de fabricación o para hacer un tornillo

Los tornillos se suele fabricar utilizando generalmente el acero como materia prima y por forjado en frío, es decir, moldeándolo a temperatura ambiente.

A continuación, te explicamos los principales pasos del proceso de fabricación de un tornillo, es decir, cómo se fabrican o se hacen los tornillos:

  • El material inicial a partir del que se obtienen los tornillos es el alambrón de acero. El rollo de alambrón se mete en un horno durante 30 horas. Esto hace que luego sea más trabajable. A continuación se sumerge en un baño de ácido sulfúrico para eliminar cualquier resto de óxido e impurezas.
  • Una vez que se ha aclarado con agua y tras un baño en fosfato para evitar que se oxide, se pasa el alambrón por una máquina moldeadora que lo va enderezando y troceando en piezas un poco más largas que la longitud que van a tener los tornillos. Lo que sobre posteriormente, se aprovechará para hacer tuercas.
  • Cada trocito se introduce en un molde que redondea completamente el cilindro y después en otros moldes que dan forma (cilíndrica, hexagonal, etc.) a la cabeza del tornillo por uno de los extremos.
  • Otra de las máquinas, llamada punteadora, será la encargada de trabajar el extremo opuesto del tornillo, creando el chaflán o terminación.
  • Después cada pieza va pasando por unos rodillos de alta presión que imprimen los filetes o surcos helicoidales que darán lugar a la rosca.
  • De cada remesa de tornillos se obtienen muestras para comprobar que tengan las medidas correctas. Así, se mide la longitud por medio del micrómetro; la anchura de la cabeza, con un calibrador; con otro calibrador de anillos, las roscas.
  • Una vez verificadas sus dimensiones, los tornillos se introducen en un horno a 870 ºC durante una hora, lo que les conferirá la resistencia adecuada. Luego, se enfrían rápidamente en aceite durante 5 minutos, lo que reforzará su estructura interna y seguidamente se calientan las piezas durante una hora para que conserven su dureza.
  • En la sección de control de calidad se toman muestras con las que se medirá la fuerza necesaria para su rotura. Pasarán la prueba aquellas piezas que posean la resistencia mínima requerida.
  • Finalmente, los tornillos se empaquetan y se etiquetan según su tamaño y características para su posterior salida al mercado.

Fuente:

“Así se hace” (“How it’s made“) de Discovery Channel

Puedes ver el vídeo con todo el proceso:

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